¿Por qué a veces me siento mal si no ha pasado nada?
- Mireia Font Becerra
- 2 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 may
¿Alguna vez te has sentido triste, vacío o ansioso sin motivo aparente? En este artículo te explico por qué sucede esto y cómo podemos empezar a entenderlo.

Hay momentos en los que uno se siente triste, vacío o ansioso sin entender del todo por qué. Nada “malo” ha pasado, al menos no recientemente. Todo parece estar bien desde fuera, y sin embargo, algo se remueve por dentro. Esto puede generar confusión, culpa e incluso vergüenza: ¿qué me pasa si no tengo un motivo claro para sentirme así?
En consulta, frases como "por qué me siento mal si no me ha pasado nada" son más habituales de lo que imaginamos. Y es que, aunque muchas veces esperamos que las emociones se activen solo ante hechos concretos, en realidad, el mundo emocional es mucho más complejo. Sentir no siempre tiene una causa directa y visible. De hecho, a veces lo que duele no es lo que ocurrió, sino lo que faltó. Lo que nunca se nombró. Lo que no pudo expresarse.
Hay dolores que no se recuerdan con fechas, pero que habitan el cuerpo y el vínculo. Crecer en un entorno donde no hubo espacio para la tristeza, donde se tuvo que ser fuerte antes de tiempo o donde las emociones eran ignoradas o minimizadas, deja huella. Esas experiencias, aunque pasen desapercibidas durante años, construyen una forma de estar en el mundo y de relacionarse con uno mismo que puede llevar al desconcierto emocional más adelante.
A veces, ese malestar que aparece sin aviso tiene raíces profundas. Es la expresión de una parte que durante mucho tiempo tuvo que adaptarse, silenciarse, protegerse. En terapia, este malestar puede empezar a tener voz. Escucharlo no significa encontrar una explicación rápida o racional, sino permitir que eso que ha estado guardado empiece a tener un lugar.
Sentir malestar sin una razón aparente no te hace débil, dramático o exagerado. Te hace humano. Y cuando ese malestar empieza a ser escuchado, acompañado y comprendido, también puede empezar a transformarse.
En sesión abordamos este tipo de malestar desde la escucha profunda, el respeto por el ritmo de cada persona y la exploración de la historia emocional. No se trata de buscar culpables ni de forzar explicaciones, sino de construir sentido. Juntas, paciente y terapeuta, van tejiendo un espacio donde lo que antes no pudo ser dicho, sentido o comprendido, empieza poco a poco a encontrar palabras, mirada y sostén. Porque a veces, para entender cómo te sientes hoy, hace falta mirar con cuidado y ternura hacia atrás.
Komentáře